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Un recorrido cronológico, por los documentos fundamentales que dieron origen a las naciones americanas y por las figuras que los propiciaron.








En el centro del debate:


En  el centro de esta poderosa era histórica, tanto para Europa como para América, se halla la sanción de la Constitución de Cádiz de 1812.

Constitución que dejó los cimientos de los actuales estados liberales modernos.

Fue revolucionaria en cuanto depositó la soberanía en la Nación, no ya en el rey, la monarquía constitucional, la separación de poderes y el sufragio universal masculino indirecto .
Avances, sin duda, muy importantes para la época.

Decimos constitución liberal y moderna por cuanto estableció la libertad de imprenta, de comercio, de industria, derecho a la propiedad privada, la abolición de los señoríos, la incorporación de la ciudadanía para los españoles americanos.

Sentó las bases de la constitución de los Estados y sus aparatos institucionales:  los ejércitos nacionales,  las escuelas públicas,  las leyes que regirían la vida pública y privada como la conocemos hoy.




Pero ¿han sido estos, verdaderos "avances" para los poderes populares?


He aquí una opinión que puede fomentar este debate.:










Una amiga nos pide que le aclaremos si en 1810 nos independizamos; y si no fue así ¿qué bicentenario estamos festejando?


Bando en Santa María de los Buenos Aires,
otoño -hemisferio sur- de 1810


Buenos Aires, 25 de mayo de 2010


Virreinato del Rio de la Plata
Estimada Amiga:


En 1810 –hace hoy 200 años- en toda América Hispana -o España Americana, como se le decía en documentos de la época- se dieron simultáneamente "asonadas", es decir revoluciones contra el gobierno que en ese momento estaba rigiendo España,  el de Don José I Bonaparte, hermano de Napoleón, su invasor.
Ni España ni América querían un rey francés, representante además de la Revolución Francesa, una revolución para algunos subversiva, pues sin ninguna duda, vino a subvertir el orden establecido, es decir el orden monárquico absolutista.

José I Bonaparte
por François Pascal Simón Gérard.
Pero la cosa no era tan sencilla: Este rey -José I- desde 1808, solo  logró  poner a los españoles en guerra de independencia (es decir en guerra de independencia contra Francia que la tenía tomada).
Tras la invasión y fácil entrega del rey Carlos IV Borbón a Napoleón, el pueblo español desconoció a José I y organizó Juntas de Gobierno para dictar una Constitución y repudiar al "odioso francés" que los había invadido.


El pueblo consideró cobarde la entrega de Carlos IV sin ofrecer resistencia y por ello  deseaba como rey a su hijo Fernando VII, llamado entonces  “el deseado”.

Esto tuvo sus repercusiones en la España Americana, pero como dije la cosa no fue tan sencilla. Por aquí , -viendo el modelo de independencia que en 1776 se habían dado los norteamericanos- los criollos comenzaron a pensar en independizarse, no solo de Francia, sino también de España.

Dije que la cosa no era sencilla, y así es porque esta idea ya venía teniendo antecedentes aislados, de muy diferente tenor: levantamientos indígenas,  campesinos, argumentaciones de sacerdotes y abogados que redactaban escritos sobre los abusos de España, logias masónicas que luchaban contra el poder de la Iglesia y se reunían secretamente para imponer los principios de la revolución francesa...etc., etc.

Ocurre que en aquel 1810 los españoles constituyeron Cortes para dictar una Constitución que organizara mejor las cosas y discutir entre todos qué se hacía con el "irritante francés" Don José I.
Para ello citaron a una reunión en Cádiz.

Pero una vez allí se encontraron con que los hispanoamericanos no solo se quejaban de los franceses sino también de los abusos de los españoles peninsulares
Como te imaginarás esto provocó roces y el apoyo a las sucesivas asonadas que fueron resonando unas entre otras desde 1809 hasta 1811 (recordemos que todo esto lo inicia Napoleón cuando invade España en 1808)

Nosotros –el entonces Virreinato del Rio de la Plata- fuimos los terceros en orden, de esas asonadas.

La primera (aunque doble) fue en Bolivia (en Chuquisaca increíblemente ¡el 25 de mayo de 1809! y después en La Paz) , la segunda fue en Caracas, Venezuela en abril de 1810; la tercera asonada en el Rio de la Plata -25 de mayo de 1810-, luego vinieron otras en Colombia, Ecuador, México, etc.

Quitamos el gobierno virreinal y pusimos Juntas Constitutivas criollas, algunas de ellas reconociendo incluso a Fernando VII como rey.

Cuando los españoles lograron sacarse a Bonaparte de encima en 1813, iniciaron la recuperación de las plazas perdidas en América.  
Fernando VII, cuando fue liberado por Napoleón, y ya elegido rey, no aceptó las Juntas Constitutivas, ni las españolas ni las americanas, por ser un absolutista convencido. 

Entonces se inició la "guerra de independencia hispanoamericana", cuando todavía en cada plaza del continente, ni siquiera habíamos logrado declarar la independencia formalmente.

Recordemos que Don José de San Martín llega a estas tierras  en 1812  y eso fue muy importante ya que sería  él, junto a Belgrano, Güemes y Brown, el brazo armado de la revolución y padre de la guerra de independencia, en las Provincias Unidas del Rio de la Plata.

Por otro lado, tenemos el orgullo de ser la UNICA plaza que los españoles no pudieron recuperar en América.   Por eso en 1816 pudimos declarar, con papeles y todo, nuestra independencia, en un Congreso –el de Tucumán-, como corresponde hacerlo cuando se quieren hacer bien las cosas. 

Mientras tanto, todos nuestros hermanos latinoamericanos volvían a ser españoles y debieron luchar doblemente para echar al poder español definitivamente de estas tierras.
Esto se hizo mediante una inteligente estrategia -podríamos decir “de pinzas”- a partir de 1815. San Martín por el Sur y Bolívar por el Norte iniciaron casi simultáneamente sus campañas, hasta encontrarse en 1822 en Guayaquil. 

Mapa de Campañas Libertadoras:
Bolívar  / Sucre  / San Martín
Tras ponerse de acuerdo en esa plaza, Bolívar siguió y venció definitivamente a España gracias al desempeño del mariscal Antonio José de Sucre  en los gloriosos campos de Ayacucho –Pampa de Quinua, Perú - en 1824.


Victoria que fue definitiva por lo menos para la América del Sur.



Repasemos:
  • 1808: Francia invade España. El rey se entrega, el pueblo español no.
    Lucha y busca un gobierno propio, nacido del poder que –ante la cobardía del rey- vuelve al pueblo. Se crean así Juntas de Gobierno.
  • 1809: Comienzan las asonadas en América. Chuquisaca y la Paz en Bolivia
  • 1810: Principales asonadas: en Venezuela, Argentina, Ecuador, México
  • 1811: Más asonadas: Chile, Banda Oriental del Rio de la Plata –Uruguay-
  • 1812: Llega San Martín a Bs. As.
  • 1813: Se va José I de España, retorna Fernando VII
  • 1815: Bolívar y San Martín inician la guerra por Independencia.
  • 1816: Las Provincias Unidas de América del Sur, declaran su independencia de España.
  • 1824: Bolivar, el Libertador, vence en Ayacucho. España pierde definitivamente las colonias suramericanas, tras 300 años de colonización.


Para más información hay aquí un blog sobre el tema. La historia nunca es sencilla de contar; si te interesa podés recorrer las páginas que te cuentan todo esto en detalle y en donde vas a encontrar  fragmentos de documentos originales de la época:

¡Afectuosos saludos para vos!



  
 









Juana Manso fue una gran escritora, historiadora, educadora y probablemente la primera feminista argentina. Escribió el primer Compendio de Historia Argentina y fue autora de novelas históricas. Su padre José María Manso, participó de las Batallas por la Revolución de 1810.
Fue maestra de maestras junto a Sarmiento.
Es la autora del drama teatral La Revolución de Mayo de 1810 , del cual son los fragmentos que a continuación se transcriben.
Los textos son fruto d
e su investigación histórica.

 
La Revolución de Mayo de 1810


ESCENA III

Corregidor.- ¡Gran fantasma es el pueblo para intimar a los crédulos! No creo en eso que se llama pueblo, y que no pasa de un puñado de sediciosos.
Oficial.- (Entrando) Los jefes de los cuerpos llegan.

ESCENA IV
Síndico.- Señores Jefes de la fuerza armada: sabéis las graves cuestiones que agitan a esta población, desde las infaustas nuevas que llegaron desde la Metrópoli; ellas han alterado sensiblemente el orden de la sociedad, amenazando derrocar la propia autoridad del poder Supremo del Cabildo si no se presta a ser el instrumento de una sedición que, en su inquietud se ensaña contra la persona del Excmo. Sr. Virrey (…) por ser persona que aquí llegó investida de la autoridad real, por otro lado la una representación que se dice firmada por el pueblo, viene a imponernos su voluntad, y aún ha pocos momentos, un grupo de sediciosos, capitaneados por el joven French, ha subido hasta aquí, a repetirnos sus amenazas, a increparnos y a amenazarnos, en fin. (…)
Rodríguez.- (levantándose): ¡Ha llegado Señores, el momento decisivo; el pueblo no es un fantasma, no es un puñado de sediciosos, es una entidad real que levanta en este momento su brazo gigante sobre todas las cabezas! Si nosotros hijos de esta tierra, no fuésemos una fracción de ese coloso que se llama el pueblo; si enceguecidos por el error deplorable que os extravía, quisiéramos tener a raya el torrente que se ha desbordado, solo habríamos conseguido ser sus primeras víctimas. (…) (Golpes abajo)
French.- (desde afuera golpeando la puerta) ¡El pueblo quiere saber de lo que se trata!...
Rodríguez.-¡Oíd Señores! , esa mano de hierro que golpea es la del pueblo…, el tiempo urge. (Siguen los golpes en la puerta y el tumulto) ¿Qué se contesta?
Caspe.-¡Así no se puede deliberar!
Voces.- (Desde afuera) ¡Viva Don Martín Rodriguez!, ¡Viva Saavedra!, ¡Viva Buenos Aires! ¡Abajo Cisneros! ¡Abajo el Cabildo!
Síndico.- ¡Es necesario ceder! Hay que nombrar una nueva Junta (golpes recios)
Beruti.- (Fuera) ¡Abrid al Tribuno del Pueblo! (Siguen golpes y tumultos)
Saavedra.- ¡Es necesario abrir!
Síndico.- (Al Alguacil) ¡Que se abran las puertas!

Obra de Francisco Fortuny


ESCENA V

French.- ¡Señores! ¡Volvemos a la barra del Ayuntamiento, no como peticionarios! Somos embajadores del pueblo soberano. El Pueblo ha reasumido su soberanía natural; retira sus poderes al Cabildo; y viene a declararos, por mi órgano, su voluntad. No necesitamos del Cabildo para nombrar la Junta que nos ha de gobernar; nuestro correligionario Beruti, acaba de confeccionar esta lista, que circulando con la velocidad del rayo, ha obtenido el sufragio universal. Los miembros del nuevo gobierno serán: (leyendo) Saavedra, Castelli, Belgrano, Azcuénaga, Alberti, Matheu, Larrea, Paso y Moreno. Ordenamos también que marche una expedición militar a las provincias, llevando las órdenes de la nueva autoridad.
Síndico.- ¡Señores! ¡No creo en el Pueblo!, ¿Dónde está el Pueblo!
French.- ¡Delante de sus ojos!
Síndico.- ¡Quiero ver el que hay en la Plaza! (Sale al balcón) ¡No veo sino media docena de grupos!
French.- ¡Pues, mande tocar la campana del Cabildo y verá si se reúne el pueblo!¡ Y si la campana del Cabildo está sin badajo, yo haré tocar la generala! (Sale corriendo uno del grupo) ; abriré los cuarteles, y entonces, el Cabildo verá al Pueblo! ( Se oye la generala y a la vez la campana que toca a rebato; confusión del Cabildo, agitación en la escena) ¡Asómese ahora, Señor Síndico Procurador!
Síndico.- Ruego a los Señores Corregidores, vuelvan a sus puestos (Cesan las campanas y la generala). Señores, bajo la presión popular, solo resta al Cabildo, llenar sus últimos deberes. Declaro que no hay otra autoridad que la que está deliberando en la plaza pública; que los Señores Mansilla y Anchorena pasen al Fuerte a significar al Virrey que desaloje la residencia gubernativa (Se levantan y salen) Voy a proclamar la nueva Junta (…)
(…)
Fuera.- ¡Viva la Nueva Junta Soberana! ¡Viva la Patria!
Juana Manso de Noranha
(Escrito en 1864)







Instalación de la Junta Gubernativa
[24 de Mayo de 1810]





ACTA DE LA JUNTA GUBERNATIVA 


"En la muy noble y muy leal ciudad de la Santísima Trinidad, Puerto de Santa María de Buenos Aires, a 24 de Mayo de 1810: estando congregados a la hora señalada en su Sala Capitular los Señores del Exmo. Cabildo Gobernador, y colocados bajo de docel, con sitial por delante y en él la imagen del Crucifijo y los Santos Evangelios, comparecieron el Exmo. Sr. Presidente y Señores Vocales electos de la Junta Provisoria Gubernativa, D. Baltazar Hidalgo de Cisneros, D. Cornelio de Saavedra, Dr. D. Juan Nepomuceno de Sola, Dr. D. Juan José, Castelli y D. José Santos de Inchaurregui: ocuparon los respectivos lugares que se les tenían designados, siendo el del Exmo. Sr. Presidente en el cuerpo capitular, a la derecha del Señor Alcalde de primer voto; y este arengó al concurso, que se componía de algunos Señores Ministros de la Real Audiencia, Contadores Mayores, Reverendo Obispo, Ministros de Real Hacienda, Dignidades y Prebendados, Prelados de las religiones, Jefes Comandantes de los cuerpos y empleados; haciéndoles entender el fin de aquella concurrencia, y me ordenó a mí el actuario leyese la acta de elección de la Junta, lo que así verifiqué. Después de esto, los Señores Presidente y Vocales por su orden, hincados de rodillas y poniendo la mano derecha sobre los Santos Evangelios, juraron desempeñar legalmente sus respectivos cargos, conservar íntegros estos dominios al Señor Don Fernando VII y sus legítimos sucesores, y guardar puntualmente las leyes del reino. 


 



Concluida esta ceremonia, dejó el Exmo. Cabildo el lugar que ocupaba bajo de docel, y se colocaron en él los Señores Presidente y Vocales de la Junta: y de allí el Exmo. Señor Presidente dirigió la voz al concurso y al pueblo, incitándoles a la confianza, y manifestándoles que sus ideas y las de la Junta no serían otras que las de propender a la seguridad y conservación de estos dominios, y a mantener el orden, la unión y la tranquilidad pública. Con lo que se concluyó la acta, retirándose los Señores Vocales, por entre un numerosísimo concurso, a la real Fortaleza, con repiques de campanas y salva de artillería en aquella, a donde pasó inmediatamente, el Exmo. Cabildo a cumplimentar a los Señores Vocales. Y lo firmaron, de que doy fe."

Juan José Lezica - Martín Gregorio Yanis - Manuel Mancilla - Manuel José de Ocampo - Juan de Llano - Jaime Nadal y Guarda - Andrés Domínguez - Tomás Manuel de Anchorena - Santiago Gutiérrez - Dr. Julián de Leiva - Baltazar Hidalgo de Cisneros - Cornelio de Saavedra - Dr. Juan Nepomuceno Sola - Dr. Juan José Castelli - José Santos de Inchaurregui - Licenciado, D. Justo José Núñez, Escribano público y de Cabildo



El Cabildo Abierto del 25 de mayo de 1810 destituye al Virrey Cisneros y nombra una Junta Provisional Gubernativa. Parte del texto del Acta decía así:


"En la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de la Santísima Trinidad, Puerto de Santa María de Buenos Aires, a veinticinco de mayo de mil ochocientos diez, sin haberse separado de la Sala Capitular del Excelentísimo Cabildo, se colocaron a la hora señalada bajo de dosel, con sitial por delante, y en él, la imagen del Crucifijo y los Santos Evangelios, comparecieron los Señores Presidente y Vocales electos de la nueva Junta Provisoria Gubernativa:

Don Cornelio de Saavedra, Doctor Juan José Castelli,  Licenciado Manuel Belgrano,
Don Miguel de Azcuénaga,  Pbro. Doctor Manuel Alberti, Don Domingo Matheu  y  Don Juan de Larrea, y los Señores Secretarios, Doctor Juan José Paso y Doctor Mariano Moreno,  quienes ocuparon los lugares que les estaban preparados, colocándose en los demás los Prelados, Jefes y Comandantes y personas de distinción que concurrieron... Seguidamente (el Presidente), hincado de rodillas y poniendo la mano derecha sobre los Santos Evangelios, prestó juramento de desempeñar lealmente el cargo, conservar íntegra esta parte de América a nuestro Augusto Soberano, el Señor Don Fernando Séptimo y sus legítimos sucesores y guardar las leyes del Reino..."





La Junta Provisoria queda instalada:
 

"En la muy noble y muy leal Ciudad de la Santísima Trinidad, Puerto de Santa María de Buenos Aires, a veinticinco de mayo de mil ochocientos diez, sin haberse separado de la Sala Capitular los Señores del Excelentísimo Cabildo, se colocaron a la hora señalada bajo el dosel, con sitial por delante, y en él la imagen del Crucifijo, y los Santo Evangelios; comparecieron los señores Presidente y vocales electos de la nueva Junta provisoria gubernativa (sigue la nómina de los miembros), quienes ocuparon los respectivos lugares que les estaban preparados... y habiéndose leído por mí, el actuario, el acta de elección, el Señor Presidente electo... seguidamente hincado de rodillas, y poniendo la mano derecha sobre los Santos Evangelios, prestó juramento de desempeñar legalmente el cargo, conservar íntegra esta parte de América a nuestro Augusto Soberano el señor don Fernando Séptimo, y sus legítimos sucesores, y guardar puntualmente las Leyes del Reino.
... Finalizada la ceremonia dejó el Excelentísimo Cabildo el lugar que ocupaba bajo de dosel, y lo tomaron el señor Presidente y Vocales de la Junta; y el señor Presidente exhortó al concurso, y al Pueblo a mantener el orden, la unión, y la fraternidad, como también a guardar respeto, y hacer el aprecio debido de la persona del Excelentísimo señor don Baltasar Hidalgo de Cisneros, y toda su familia; cuya exhortación repitió en el balcón principal de las Casas Capitulares, dirigiéndose a la muchedumbre del Pueblo que ocupaba la Plaza. Con lo que se concluyó el acta de instalación retirándose dicho señor Presidente, y demás señores vocales, y Secretarios a la Real Fortaleza por entre un inmenso concurso con repiques de campanas, y salva de artillería..."
*Acuerdos del Extinguido Cabildo




Medidas de Gobierno 
      

Durante los siete meses que duró su gestión (25 de mayo - 18 de diciembre), la Junta Provisional trató de afianzarse pese a las dificultades que se le presentaron con la Real Audiencia, el Cabildo, la resistencia de Córdoba y los preparativos bélicos del virrey del Perú, Fernando de Abascal.
La Junta envió a las autoridades del interior una Circular el día 27 de mayo para informarles acerca de la situación en Buenos Aires y pedirles que enviaran representantes que se irían incorporando a la Junta a medida que llegaran a la capital.
Para asegurar el triunfo de la revolución la Junta envió expediciones militares a Córdoba, al Alto Perú, al Paraguay y a la Banda Oriental.


Entre las medidas de gobierno de carácter social que realizó el primer gobierno patrio merece destacarse la concesión de derechos políticos a los aborígenes y la elaboración de normas para facilitar la venta de terrenos a los agricultores.
En el aspecto económico, favoreció el libre comercio, redactó un nuevo reglamento para la actividad comercial, ordenó la apertura de puertos como Maldonado y La Ensenada, persiguió el contrabando y protegió la industria minera.



 





19 y 20 de diciembre de 2001:
Cuando el Pueblo supo de qué se trata...


Ilustración Lero Rosales
lerorosales.blogspot.com

Dientes de cordero
En memoria del “argentinazo”

Dientes de cordero, sobre la ciudad
Árboles de fuego, para Navidad
Ollas que destellan, en la noche azul
Abollada estrella, vieja Cruz del Sur

Los lobos ahora se excitan,
tiemblan frente a la TV
Aunque el plan sale de prisa
El plan va saliendo bien
Dientes de cordero, cruzan la ciudad
Gritan su deseo de justicia y libertad

Despertar de un sueño turco y sin nariz
Carnaval del hambre, se fue la perdiz
Piquetes y horcas, muerte en el corral
El poder es ciego, no puede escuchar

Me duele la risa, me duele cantar
Basta de cornisas, basta de saltar
Y ahora quien se viene y ahora quien se va
Dientes de cordero, ¡muerdan sin soltar!

Sangre en la vereda, en el palacio gris
Sangre en la escalera, en la tuya bajo tu nariz
Miles de pueblitos - villas, crecen en el interior
Feudos medievales donde, te llaman "señor"
La escuela no abre, cierra el hospital
Sentís el latido ¡lobo!, de la yugular.







Estribillo:
Me duele la risa, me duele cantar,
basta de cornisas, basta de saltar.
Y ahora quien se viene, y ahora quien se va
dientes de cordero, ¡muerdan sin soltar!...


Coro:
Luz de nacimiento
sea tu dolor
que la noche es larga y
¡como quema el sol!


Intérpretes: Los piojos 








La CELAC

El camino de nuestros libertadores

Una gestación de 200 años 



(Por favor detenga la música de época antes de ver el video.
Gracias)





1808.- ESPAÑA ASEDIADA: El odioso francés



Grito de guerra de Joaquín Sorolla y Bastida


Crisis y desconcierto en el corazón de España



"Estremecióse España
del indigno rumor que cerca oía,
y al grande impulso de su justa saña
rompió el volcán que en su interior hervía.
Sus déspotas antiguos
consternados y pálidos se esconden
resuena el eco de venganza en torno.
”¡Venganza!” (…)
¡Despertad raza de héroes!, el momento
llegó ya de arrojarse a la victoria;
Que vuestro nombre eclipse nuestro nombre;
Que vuestra gloria humille nuestra gloria.
No ha sido en el gran día
el altar de la patria alzado en vano
Por vuestra mano fuerte,
Juradlo, ella os lo manda: “¡Antes la muerte
Que consentir jamás ningún tirano!”

 Manuel José Quintana

(fragmentos de
“España después de la Revolución de Marzo)



Las intrigas en el interior de la Corte, el encumbramiento de Godoy en desmedro de la coronación de Fernando VII "El deseado", la ingenua aceptación por parte de Carlos IV de la entrada de Napoleón en tierras de España para apoderarse de Portugal, ponen al pueblo español en estado de alerta y cargan de indignación y coraje su espíritu.

El ingreso del "odioso francés" en tierras españolas caldea los ánimos: Figueras, Barcelona, Pamplona..., ven ocupar sus territorios de soldados franceses. Los ánimos se agitan y Aranjuez se amotina. Godoy, que tiene allí su palacio, envuelto en una alfombra, salva su pellejo.

El rey ante el cariz que toman los acontecimientos abdica a favor de su hijo Fernando VII, dando así satisfacción al pueblo que lo aclama.
Murat, general y cuñado de Napoleón, ha entrado en Madrid e ignorando a Fernando se dirige a Carlos IV como "Alteza", y le ofrece protestar por la abdicación a la que "fue forzado por las circunstancias". En un hábil pase de mandos y manos, Fernando devuelve la corona, la misma que Carlos IV termina cediendo al hermano de Napoleón Bonaparte: José I.
La historia conocerá estos hechos como las abdicaciones de Bayona.




Carlos IV de Borbón
por Francisco de Goya

Al partir hacia Bayona, Fernando había dejado en Madrid una Junta de Gobierno presidida por su tío, el infante don Antonio. La situación confusa de Bayona y la intención de llevarse a los infantes desata el alzamiento nacional. Durante las noches del 2 y 3 de mayo los fusilamientos franceses anuncian el comienzo de la valerosa lucha de España por su independencia.
En su encierro final, Napoleón seguiría preguntándose por qué subestimó al pueblo español.

La cobardía y tibieza de las autoridades provoca el surgimiento de gobiernos locales, juntas regionales autónomas que propugnarán la independencia de la Francia invasora.
La Junta de Asturias llegó a tener un establo como Sala de Consejo. Había que organizar la resistencia y toda su logística. La unidad del pueblo fue ejemplar.

José I deEspaña
por Francois Gerard

A pesar de sus buenas intenciones al proponer la discusión para el dictado de una Constitución, el rey francés en tierras de España, era un intruso. Cabizbajo José I camina por los jardines del suntuoso palacio y escribe a su hermano: "Todo lo que aquí se hizo el 2 de mayo es odioso, no se han tenido ninguna de las consideraciones que se debían para este pueblo".
Mas tarde dirá: "El estado de Madrid sigue siendo el mismo. Prosigue la emigración de todas las clases... Tengo por enemigo una nación de 12 millones de habitantes"
Y finalmente: "Los hombres honrados no me son más afectos que los pícaros. No, señor, estáis en un error; vuestra gloria se hundirá en España".

Y tendría razón.

Fuente bibliográfica: "La guerra de la independencia española"
de María Teresa de Rabassa; Plaza y Janes Editores








ESCENAS DE GUERRA
Iconografía de la guerra de independencia española


Sitio de Zaragoza 1808
por Alvarez Dumont


Miguel Salamero defensor en Zaragoza
por Brambila
Ocupación francesa
por Eduardo Zamacois y Zabala


Contienda de Valdepeñas
por Bonell

Defensa de la Torre de San Agustin
por Cesar Alvarez Dumont





El ajusticiado  1810
por Francisco de Goya y Lucientes 



Defensa del Parque de Artillería de Monteleón de 1808
por Joaquín Sorolla y Bastida


“Enterramientos en la Moncloa, el 3 de Mayo de 1808”,
de Vicente Palmaroli González.



Malasaña junto al cadáver de su hija Manuela
por  E. Alvarez Dumont

Cadáveres de Daoiz y Velarde
por José Nin y Tudó























Entradas antiguas