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Túpac Amaru ("Serpiente de Luz" )
“Ccollanan Pachacamac
ricuy auccacunac
yahuarniy hichascancuta."
(Madre Tierra,
atestigua cómo mis enemigos derraman mi sangre)
ricuy auccacunac
yahuarniy hichascancuta."
(Madre Tierra,
atestigua cómo mis enemigos derraman mi sangre)
Tras pedir silencio a las casi 15 000 personas que clamaban ante el patíbulo por su salvación, esto decía en 1572, Túpac Amaru I último emperador inca de Vilcabamba.
Dos siglos después
El General Inca viva
jurémosle ya por rey
porque es muy justo y de ley
que lo que es suyo reciba.
jurémosle ya por rey
porque es muy justo y de ley
que lo que es suyo reciba.
Todo Indiano se aperciba
a defender su derecho porque Carlos con despecho
los aniquila y despluma
y viene a ser todo en suma
robo al revés y al derecho.
Panfleto en la puerta de la Audiencia de Charcas el 22 de marzo de 1782.
( Lewin Boleslao Tupac Amaru el rebelde; Buenos Aires Eudeba 1963)
( Lewin Boleslao Tupac Amaru el rebelde; Buenos Aires Eudeba 1963)
Doscientos nueve años después en 1781, un descendiente directo por vía materna, portando su mítico nombre: Túpac Amaru II, inicia la rebelión indígena más potente contra el colonialismo español de la que se tenga memoria.
Lo acompaña su legendaria esposa Micaela Bastida.
Con su alzamiento, considerado como “la rebelión más grande en la historia colonial del continente americano”, hispanoamérica (originariamente llamada Abya Yala por los incas) comenzaría a pensarse libre.
Lo acompaña su legendaria esposa Micaela Bastida.
Con su alzamiento, considerado como “la rebelión más grande en la historia colonial del continente americano”, hispanoamérica (originariamente llamada Abya Yala por los incas) comenzaría a pensarse libre.
Juan Gabriel Condorcanqui (Túpac Amaru) hizo el siguiente llamamiento a los peruanos el 16 de noviembre de 1780:
“Hago saber por este a los peruanos, vecinos, estantes y habitantes de la ciudad de Cuzco (…) concurran en la distinguida empresa que hago favorable al bien común de este reino, por constarme las hostilidades y vejámenes que se experimente de toda gente europea , quienes sin temor a la Majestad Divina (…) enteramente han preparado los limites de la paz y quietud de nuestras tierras haciendo vejámenes y agravios, aprovechándose del bien común, dejando, aún, perecer a los nativo si, como de por si tiene experimentado, el riguroso trato europeo, en esa virtud han de concurrir sin excepción de personas a fortalecer la mía , desamparando totalmente a los chapetones (españoles) y aunque sean esclavos, a sus amos, con aditamento de que quedarán libres de la servidumbre y esclavitud en que estaban (…)”
(Lewin, Boleslao; Tupac Amaru en la independencia de América; Bs. As. Ed. Plus Ultra)
Décimas a Túpac Amaru
Túpac Amaru, Americano
Rey, nuestro libertador,
solo trata con rigor
al europeo tirano,
al patricio fiel, humano
ampara y hace favores
sin distinción de colores
y por justo , inimitable,
valeroso, se hace amable
aun a sus competidores
(...) La libertad es el norte,
de este augusto soberano,
de su poder, de su mano,
éste será su resorte,
su vida el Cielo no corte,
vean siempre sus cuidados
los tributos minorados
los impuestos abolidos
los tiranos extinguidos
y los méritos premiados.
Recomendamos a continuación el video: "Micaela Bastidas"
y lectura del artículo de referencia en "El Historiador"
http://www.elhistoriador.com.ar/articulos/independencia/patria_grande_perdida.php
1781 - Túpac Catari
Julián Apaza
Nina,
conocido como Túpac Catari (Tupaj Katari) nacido en Ayo Ayo, provincia de Sica Sica en 1750
fue el líder indígena aimara de una de las rebeliones más
extensas contra el Imperio Español en el Alto Perú, junto a su esposa Bartolina
Sisa; y su hermana menor Gregoria Apaza.
Sacristán y panadero,
al iniciar la rebelión adoptó el seudónimo de Túpac Katari en honor a Túpac
Amaru II y Tomás Catari, cacique de Chayanta.
Bajo su mando los rebeldes
asediaron la ciudad de La Paz desde el 13 de marzo de 1781 -durante 109 días- sin
éxito, debido a la resistencia y al apoyo de tropas mandadas desde Buenos
Aires. En ese contexto el virrey Agustín de Jáuregui aprovechó la baja moral de
los rebeldes para ofrecer amnistía a los que se rindieran. Túpac Katari, que no
había aceptado la amnistía y se dirigió a Achacachi para reorganizar sus
fuerzas dispersas, fue traicionado por algunos de sus seguidores y luego
apresado por los españoles, la noche del 9 de noviembre de 1781.
Durante el
segundo cerco se unió a los rebeldes, Andrés Túpac Amaru, sobrino de Túpac
Amaru II y vinculado sentimentalmente a Gregoria Apaza.
Después de ser
apresado fue sometido a tortura y seis días después fue sentenciado, en
ejecución similar a la de Túpac Amaru II. Sus partes fueron repartidas por el
Alto Perú, en señal de “escarmiento a los indios rebeldes. Francisco Tadeo Díez
de Medina, el juez que lo condenó a
morir descuartizado en su sentencia dijo:
“Ni al rey ni al estado conviene, quede semilla,
o raza de éste o de todo Túpaj Amaru y Túpaj Catari por el mucho ruido e impresión
que este maldito nombre ha hecho en los naturales... Porque de lo contrario,
quedaría un fermento perpetuo...”
La tradición
oral le atribuye a Túpac Catari haber
dicho a sus captores antes de morir la frase:
“Hoy me matan..., pero mañana
volveré y seré millones”.
1730 - Alejo Calatayud y la "Revolución comunera"
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Alejo Calatayud por Hans Hoffman |
Alejo Calatayud
(1705-1731) fue uno de los primeros jefes insurgentes victoriosos contra el
poder español que se alzó en armas 50 años antes de la rebelión aymara que
encabezara Túpac Katari (Julián Apaza) y 79 años anteriores a la gesta de Pedro
Domingo Murillo.
Era un joyero de filigranas trabajadas con la plata de Potosí y de Oruro, nacido en Cochabamba. Se alzó en armas cuando la Corona decidió elevar desmedidamente los impuestos no sólo a artesanos y comerciantes sino al trabajo y producción de los indígenas lugareños, un gravamen, además, contra las leyes vigentes.
Junto a enardecidos vecinos de la comarca valluna, Alejo Calatayud lanzó el 14 de noviembre de 1730 lo que se denominó “la revolución comunera” y con una bandera roja como emblema, con palos, piedras, sogas y uno que otro arcabuz, desbarataron el ataque de un batallón realista.Dos meses después (el 31 de enero de 1731) fue traicionado por sus camaradas, decapitado y descuartizado en la colina de San Sebastián, el mismo lugar donde casi 80 años después, el 27 de mayo de 1812, fueran inmoladas las patriotas consagradas históricamente como las “Heroínas de la Coronilla”.
Era un joyero de filigranas trabajadas con la plata de Potosí y de Oruro, nacido en Cochabamba. Se alzó en armas cuando la Corona decidió elevar desmedidamente los impuestos no sólo a artesanos y comerciantes sino al trabajo y producción de los indígenas lugareños, un gravamen, además, contra las leyes vigentes.
Junto a enardecidos vecinos de la comarca valluna, Alejo Calatayud lanzó el 14 de noviembre de 1730 lo que se denominó “la revolución comunera” y con una bandera roja como emblema, con palos, piedras, sogas y uno que otro arcabuz, desbarataron el ataque de un batallón realista.Dos meses después (el 31 de enero de 1731) fue traicionado por sus camaradas, decapitado y descuartizado en la colina de San Sebastián, el mismo lugar donde casi 80 años después, el 27 de mayo de 1812, fueran inmoladas las patriotas consagradas históricamente como las “Heroínas de la Coronilla”.
Brilla que brilla, que brilla
la esperanza brillará,
rueda que te rueda
hacia la primavera rodará
cada hombre un poco
todos a la vez,
se precisan soles para amanecer
se precisan soles para amanecer.
“Después que el gobernador de la provincia dio por terminada la ceremonia, el general Belgrano tomó la palabra y arengó al pueblo con mucha vehemencia prometiéndole el establecimiento de un gran imperio en la América meridional, gobernado por los descendientes de (que todavía existen en el Cuzco) de la familia imperial de los incas. (..) Los indios están como electrizados con este nuevo proyecto y se juntan en grupos bajo la bandera del sol. Están armándose y se cree que pronto se formará un ejército en el alto Perú de Quito a Potosí, Lima y Cuzco. “
Fuente: http://www.elhistoriador.com.ar/articulos/independencia/patria_grande_perdida.php )
El sol que alumbra el centro de la bandera de Argentina, es un testigo mudo, que recién en estos tiempos comienza a encontrar voces que hablen por y de él.
En el ideario revolucionario de Mayo, Mariano Moreno había tenido como visión, una nación continental bajo el mando de un Rey Inca, de un "Rey Sol".
A través de la Logia Lautaro la idea –inicialmente acariciada por Miranda- de una Nación presidida por un descendiente directo del incanato había inspirado el Plan Continental que San Martín y O’Higgins llevarían adelante. La nueva Nación soñada por nuestro leal Manuel Belgrano se llamaría “Provincias Unidas de Sud América”.
El iluminado Simón Bolívar también la soñaba, la convocaba, la proclamaba, y probablemente la anticipaba, con el alma en la mano ante el Monte Sacro, cuando muy joven y frente a él comprendía su misión de vida.
Pero ¿existía entonces un descendiente de los otrora poderosos Incas que pudiera recibir tal distinción?
Sí, existían dos: Dionisio Ucho Inca Yupanqui, nieto legítimo por línea paterna del duodécimo y último Emperador del Perú: el Inca Huaina Capac, por un lado, y Juan Bautista Tupac Amaru, hermano menor del legendario José Gabriel Condorcanqui, Tupac Amaru II, por otro.
Tupac Amaru por Francisco Abril de Vivero
Dionisio Inca Yupanqui fue un militar de meritoria carrera al servicio de España, quien dijo en diciembre de aquel 1810, como diputado americano ante las cortes de Cadiz: “Ningún pueblo puede ser libre si oprime a otro pueblo”.
Juan Bautista Tupac Amaru no había corrido igual suerte, pues estaba cautivo desde hacía más de 30 años en una cárcel africana de propiedad de España. Era en la línea al incanato 5º nieto del último emperador del Perú, hermano menor de José Gabriel y tras el asesinato de su hermano fue desterrado y encarcelado junto a su sobrino Mariano Túpac Amaru, segundo hijo varón de Túpac Amaru II y Micaela Bastida.
En 1822 sería traído al Río de la Plata, donde fallecería y sería sepultado.
El sol de la bandera argentina, emblema del Cuzco, le rinde tácito honor.
El General San Martín
y la Regencia de un Inca

Du
“Ya digo a Laprida lo admirable que parece el plan de un inca a la cabeza, las ventajas son geométricas, pero por la patria, les suplico, no nos metan en una regencia de personas, en el momento que pase de una, todo se paraliza y nos lleva al diablo; al efecto, no hay más que variar el nombre a nuestro director y queda un regente, esto es lo segundo para que salgamos a puerto de salvación “
El sol del 25
(Gato patriótico grabado por Carlos Gardel el 22 de mayo de 1930)
Para escuchar el tema aconsejamos pausar música de fondo y pulsar aquí
Ya el sol del veinticinco
viene asomando...
Y su luz en el Plata
va reflejando...
¡Oíd! Ya lo anuncia la voz del cañón.
Icemos al tope nuestro pabellón...
Y las campanas
mezclan sus alborotos
viene asomando...
Y su luz en el Plata
va reflejando...
¡Oíd! Ya lo anuncia la voz del cañón.
Icemos al tope nuestro pabellón...
Y las campanas
mezclan sus alborotos
al de las dianas...
¡Viva la Patria!, se oye
y el clamoreo...
Y nos entra en la sangre
cierto hormigueo...
Al pueblo, al gauchaje
hace el entusiasmo
¡Viva la Patria!, se oye
y el clamoreo...
Y nos entra en la sangre
cierto hormigueo...
Al pueblo, al gauchaje
hace el entusiasmo

temblar de coraje.
Y hasta parece
que la estatua 'e Belgrano
se estremeciese...
Al blanco y al celeste
de tu bandera...
contempla victoriosa la cordillera...
que la estatua 'e Belgrano
se estremeciese...
Al blanco y al celeste
de tu bandera...
contempla victoriosa la cordillera...
... Pa' traerte laureles cruzaron los Andes
San Martín, Las Heras, Soler y otros grandes...
Y ya paisanos... ¡fueron libres los pueblos americanos!
Música: Carlos Gardel
Letra: Razzano Lombardo Rocca
El discurso del Inca Yupanqui
ante las Cortes de Cadiz
Dionisio Inca Yupanqui defendió la igualdad de españoles e indios americanos en un discurso impactante ante las Cortes en Cádiz, alegato que sería memorable en la historia del pensamiento moderno. Es un texto relativamente desconocido y fue pronunciado en la sesión del 16 de diciembre de 1810.
He aquí su texto completo:
"Señor: Diputado suplente por el Virreynato del Perú, no he venido a ser uno de los individuos que componen este cuerpo moral de V. M. para lisonjearle; para consumar la ruina de la gloriosa y atribulada España, ni para sancionar la esclavitud de la virtuosa América. He venido, sí, a decir a V. M. con el respeto que debo y con el decoro que profeso, verdades amarguísimas y terribles si V. M. las desestima; consoladoras y llenas de salud, si las aprecia y ejercita en beneficio del pueblo. No haré, señor, alarde ni ostentación de mi conciencia; pero sí diré que reprobando esos principios arbitrarios de alta y baja política empleados por el despotismo, sólo sigo los recomendados por el evangelio que V. M. y yo profesamos.
Me prometo, fundado en los principios de equidad que V. M. tiene adoptados, que no querrá hacer propio suyo este pecado gravísimo de notoria y antigua injusticia, en que han caído todos los gobiernos anteriores: pecado que en mi juicio es la primera o quizá la única causa por que la mano poderosa de un Dios irritado pesa tan gravemente sobre este pueblo nobilísimo, digno de mejor fortuna.
Señor, la justicia divina protege a los humildes, y me atrevo a asegurar a V. M., sin hallarme ilustrado por el espíritu de Dios, que no acertará a dar un paso seguro en la libertad de la patria, mientras no se ocupe con todo esmero y diligencia en llenar sus obligaciones con las Américas: V.M. no las conoce. La mayor parte de sus diputados y de la Nación apenas tienen noticia de este dilatado continente. Los gobiernos anteriores le han considerado poco, y sólo han procurado asegurar las remesas de este precioso metal, origen de tanta inhumanidad, de que no han sabido aprovecharse. Le han abandonado al cuidado de hombres codiciosos e inmorales; y la indiferencia absoluta con que han mirado sus más sagradas relaciones con este país de delicias ha llenado la medida de la paciencia del padre de las misericordias, y forzándole a que derrame parte de la amargura con que se alimentan aquellos naturales sobre nuestras provincias europeas.
Señor, la justicia divina protege a los humildes, y me atrevo a asegurar a V. M., sin hallarme ilustrado por el espíritu de Dios, que no acertará a dar un paso seguro en la libertad de la patria, mientras no se ocupe con todo esmero y diligencia en llenar sus obligaciones con las Américas: V.M. no las conoce. La mayor parte de sus diputados y de la Nación apenas tienen noticia de este dilatado continente. Los gobiernos anteriores le han considerado poco, y sólo han procurado asegurar las remesas de este precioso metal, origen de tanta inhumanidad, de que no han sabido aprovecharse. Le han abandonado al cuidado de hombres codiciosos e inmorales; y la indiferencia absoluta con que han mirado sus más sagradas relaciones con este país de delicias ha llenado la medida de la paciencia del padre de las misericordias, y forzándole a que derrame parte de la amargura con que se alimentan aquellos naturales sobre nuestras provincias europeas.
Apenas queda tiempo ya para despertar del letargo, y para abandonar los errores y preocupaciones hijas del orgullo y vanidad. Sacuda V. M. apresuradamente las envejecidas y odiosas rutinas, y bien penetrado de que nuestras presentes calamidades son el resultado de tan larga época de delitos y prostituciones, no arroje de su seno la antorcha luminosa de la sabiduría ni se prive del ejercicio de las virtudes. Un pueblo que oprime a otro no puede ser libre. V. M. toca con las manos esta terrible verdad.
Constitución de las Cortes por Salvador Viniegra
Napoleón, tirano de la Europa su esclava, apetece marcar con este sello a la generosa España. Esta, que lo resiste valerosamente no advierte el dedo del Altísimo, ni conoce que se castiga con la misma pena al que por espacio de tres siglos hace sufrir a sus inocentes hermanos.
Como Inca, Indio y Americano, ofrezco a la consideración de V.M. un cuadro sumamente instructivo. Dígnese hacer de él una comparada aplicación, y sacará consecuencias muy sabias e importantes. Señor: ¿Resistirá V. M. tan imperiosas verdades? ¿Será insensible a las ansiedades de sus súbditos europeos y americanos ? ¿Cerrará V. M. los ojos para no ver con tan brillantes luces el camino que aún le manifiesta el cielo para su salvación? No, no sucederá así, yo lo espero lleno de consuelo en los principios religiosos de V. M. y en la ilustrada política con que procura señalar y asegurar sus soberanas deliberaciones"
Fuente: http://www.lapatriagrande.com.ar/HNA04.htm
“El amor no idolátrico a una idea o a una persona es sereno, no estridente, es tranquilo y profundo, nace a cada instante pero no es delirio. No es embriaguez, ni lleva a la abnegación, sino que nace de la superación del yo”.
(Erich Fromm)
(Erich Fromm)
También el de un pueblo
(licencia de autor)
Revisar toda nuestra joven historia en función de esta idea me parece la tarea mas interesante que le toca al Pueblo argentino.
Nuestro himno nos recuerda, generación tras generación, el “ruido” sagrado de las cadenas que se rompen; el grito “ruidoso” de libertad que –no tenemos por qué negarlo- caracteriza los actos políticos de nuestro pueblo, como un mandato mal interpretado.
Dice el mismo autor que cito mas arriba, que sin embargo la “Gran liberación” propugnada por todas las verdaderas religiones, no es solo una liberación exterior o -podríamos decir aquí- política. La liberación externa no puede efectivizarse eficazmente si no va acompañada de la liberación interior. Y especifica: de las cadenas de la codicia, que sofoca el buen razonamiento y juicio crítico sobre la realidad, autorizando justificaciones de todo tipo, y de las cadenas del engaño.
¿Cómo?
Buscando un ejemplo voy a considerar aquí un punto en el que repararon ampliamente nuestros libertadores: la cuestión indígena. La necesaria reparación histórica sobre la expoliación, que no implica como pueda pensarse torpemente, devolver las tierras expoliadas y regresarnos los descendientes de europeos a Europa en un absurdo auto-destierro; insuficiente por demás como forma de reparación.
La cuestión indígena bien encarada, desde la estructuración consensuada y profundamente respetuosa de los fundamentos del Derecho, sobre nuevas jurisprudencias, puede no solo zanjar el doloroso –para indígenas y no indígenas- montaje de unas naciones sobre el oprobio y exterminio de otras, sino que puede, como podemos verlo hoy, regenerar la dignidad humana toda.
En esto pensaron sin duda –basta leer sus escritos- los revolucionarios de mayo más radicales y sus seguidores convencidos. Aquí nacía con ellos un ideal de liberación y reparación que se sentía como motor de la Justicia. Belgrano, Castelli, luego Artigas, muy particularmente Hidalgo… son algunos de sus referentes.
Pero este es solo un punto en el que he querido reparar, sin desestimar muchos otros que podríamos analizar.
¿Cómo podríamos los latinoamericanos, y aún los americanos todos, lograr aquella Gran Liberación?, la que nos permita Ser, superándonos a nosotros mismos. ¿Cómo?
http://www.angelymartinez.com/index.html
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